Mijail Bajtín, filósofo del lenguaje ruso del siglo XX, elaboró la teoría de los géneros discursivos. Un género discursivo es un conjunto de enunciados relativamente estables, agrupados por presentar similitudes en su contenido, estilo y composición. “Cada género –afirma Bajtín– posee sus métodos, sus modos de ver y comprender la realidad. […] El artista debe aprender a contemplar la realidad a través de los ojos del género”.
A los fines de este artículo, propongo reemplazar el término “artista” por el de “traductor” (o también “redactor”). Así, “El traductor debe aprender a contemplar la realidad a través de los ojos del género”.
¿Por qué es clave el concepto de género discursivo para el traductor?
La primera pregunta que nos tenemos que hacer a la hora de traducir es a qué género pertenece la traducción que estamos por realizar: ¿Es un manual de un auto? ¿Es un prospecto de un medicamento? ¿Es una encuesta sobre salud?
Todos estos géneros discursivos comparten las mismas convenciones (como estilo, terminología y formato), y, sobre todo, se dirigen a receptores específicos. Además, algunos géneros tienen la obligación legal de incluir determinada información o de tener cierto formato, por lo que el desconocimiento de estos aspectos podría representar, en estos casos, un problema mayor.
Así, cada género crea un horizonte de expectativas en el receptor. Por ejemplo, cuando leo un prospecto, sé que el contenido estará dividido por secciones, que los títulos estarán resaltados y que voy a encontrar la composición y las contraindicaciones de lo que estoy por consumir. Como receptor, sé toda esa información de antemano por el simple hecho de que el prospecto pertenece a una serie de enunciados prácticamente iguales, es decir, a un género discursivo.
Entonces, si no encuentro alguno de estos elementos que aparecen en todos los prospectos o si encuentro, en lugar del formato clásico, un prospecto con dibujos o escrito en forma de poema, me va a resultar extraño, y probablemente dificulte mi comprensión.
En definitiva, como traductores debemos saber a qué género discursivo pertenece el documento con el que trabajamos por dos motivos:
1. Facilita nuestro trabajo.
Nos permite buscar y leer textos paralelos para familiarizarnos con el estilo, la terminología y el formato propios del género. Además, a medida que leemos más y más textos de un mismo género, nos vamos familiarizando con él, y logramos traducir cada vez más rápido y mejor. Un traductor “experimentado” en un área de traducción es simplemente un traductor que conoce y domina un género discursivo en particular.
Nos permite buscar y leer textos paralelos para familiarizarnos con el estilo, la terminología y el formato propios del género. Además, a medida que leemos más y más textos de un mismo género, nos vamos familiarizando con él, y logramos traducir cada vez más rápido y mejor. Un traductor “experimentado” en un área de traducción es simplemente un traductor que conoce y domina un género discursivo en particular.
2. Nos ayuda a lograr una traducción más adecuada.
Cuando conocemos y seguimos las convenciones del género correspondiente, nuestro texto se vuelve aceptable: los receptores reconocen el tipo de género y lo aceptan como válido.Nota: Este artículo está inspirado en el manual de traducción de Isabel Pizarro Sánchez, Análisis y traducción del texto económico [inglés-español].
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