Mi consejo para evitar los usos incorrectos de la coma es pensar siempre
en construcciones más sencillas.
A veces, los elementos
oracionales pueden volverse larguísimos, y esto suele causar confusiones.
Por ejemplo, es bien sabido que "no se usa coma entre sujeto y predicado, sin embargo, es un error gramatical que se repite constantemente. Si pensamos en El perro mordió el hueso queda claro que
“El perro” es el sujeto; pero en El perro
marrón del vecino de al lado mordió el hueso, puede no quedar tan claro y colocarse una coma de forma incorrecta.
Veamos algunos ejemplos concretos extraídos de distintas fuentes y apliquemos este consejo:
En esta captura notamos dos usos
incorrectos. Pensémoslos simplificando las construcciones:
• Coma entre sujeto y predicado:
[…] los primeros intentos de publicidad nativa, salieron a la luz […]
¿Pondríamos una coma en El perro, mordió el hueso? NO.
• Coma en la construcción
comparativa:
[…] con el mismo diseño, idéntica maquetación e iguales fuentes
tipográficas, que el contenido regular.
¿Pondríamos una coma en El perro es más grande, que el gato? NO.
En este caso, imitar la tonada cordobesa es el sujeto
del predicado es imposible. Por eso,
poner una coma entre estos dos elementos sería lo mismo que ponerla en El perro, es marrón.
(3)
En este caso, nos encontramos con una coma antes del predicativo obligatorio. Si tomamos la construcción simplificada del ejemplo (2), equivaldría a colocar una coma en El perro es, marrón.
Pensándolo así, nos damos cuenta de que no hay ninguna justificación para que esa coma esté ahí.